martes, 10 de diciembre de 2013

Beber en exceso puede afectar al funcionamiento cerebral de los adolescentes

Una investigación publicada en la revista Cortex muestra cómo el consumo excesivo de alcohol en adolescentes puede alterar la estructura y función cerebral.
Principalmente, el alcohol produce en los adolescentes déficits de memoria, aprendizaje visual y funciones ejecutivas. Las funciones ejecutivas consisten en un sistema cognitivo que regula y controla otros procesos cognitivos, como resolución de problemas, planificación, atención, memoria de trabajo,razonamiento verbal, ejecución de tareas, o flexibilidad mental.
Estas funciones están controladas por el hipocampo y por estructuras frontales del cerebro, que no acaban de madurar del todo hasta los 25 años de edad aproximadamente.
La estructura del cerebro adolescente también sufre cambios con el uso inadecuado del alcohol, produciéndose un encogimiento del cerebro y cambios significativos en la materia blanca (encargada de transmitir las señales cerebrales de un lugar a otro del cerebro).
La edad legal a la que se permite beber no parece ejercer ninguna influencia a la hora de iniciarse el consumo de alcohol en los adolescentes. Es decir, poco o nada se consigue aumentando la edad a la que se permite beber, por lo que es necesario que los niños y adolescentes estén mejor informados sobre los efectos perjudiciales que puede tener el alcohol en un cerebro que está todavía en desarrollo. Y esta es una tarea que corresponde sobre todo a los padres, así como a los colegios, para ayudarles a ser conscientes de que un atracón de alcohol un fin de semana puede costarles algo más que un dolor de cabeza al día siguiente, pues pueden acabar teniendo un cerebro más pequeño y torpe del que estaban destinados a tener.

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